Características
del
Románico en Palencia
No
puede decirse que el románico de Palencia presente unidad
estilística, debido principalmente a las numerosas y habituales
divisiones territoriales, eclesiásticas y políticas
que tuvieron lugar en estos territorios.
Además
la conformación actual de la provincia nada tiene que ver
con la realidad política medieval. De ahí los fuertes
contrastes tanto paisajísticos como artísticos de
las zonas meridionales y del norte provincial
Podemos,
a grandes rasgos, establecer tres categorías:
El
románico incipiente
La primera
referencia románica de Palencia es la catedral, encontrando
en el subsuelo de la misma la primigenia seo, continuación
de la cripta visigoda, lo que la sitúa a la cabeza del
románico español por derecho propio.
El
artífice y promotor fue Sancho de Navarra que delegó
los menesteres eclesiásticos en la figura del obispo Bermudo,
sucesor de Ponce de Oviedo. De ahí, las evidentes influencias
asturianas de la cripta de San Antolín.
El
románico culto: El Camino de Santiago
El hecho
de que el Camino de Santiago, auténtica arteria cultural
y espiritual de la Edad Media atravesara la provincia de lado
a lado permitió que se erigiese una de las mayores glorias
del románico europeo: San Martín de Frómista,
durante el siglo XI. El Camino Francés hizo posible la
expansión de un nuevo románico que alcanzaría
su mayor grado de auge con edificios tan emblemáticos como
los de Carrión de los Condes.
Tardorrománico
y Románico de transición
Sin embargo,
el románico de tendencia universalista no es la única
tendencia que debe considerarse en la provincia.
A finales
del siglo XII, enmarcadas en preciosos valles y montañas,
proliferan iglesias en el norte palentino bajo la autoridad naciente
de los concejos libres.
Buenos
ejemplos son Revilla de Santullán y San Salvador de Cantamuda.
Hay que señalar que la espadaña es el hilo conductor
de todas ellas pues es muy raro que falte este elemento.
A principios
del siglo XIII se comienzan edificios que marcan un punto de transición
que mira al gótico.
Es el
caso de los monasterios de Santa María la Real de Aguilar,
Santa Cruz de Ribas y San Andrés del Arroyo.
La influencia
efectista de este último monasterio debió ser muy
importante en todo el norte de Palencia y Burgos.
Obedece
a una decadencia de la pureza cisterciense que aunque sigue renunciando
a la iconografía del románico clásico (sobre
todo en lo referente al bestiario medieval) se apega a una delicadeza
de formas persiguiendo el efecto estético de manera calculada.