El
Románico por la Tierra del Vino y Sayago (Zamora)
En esta
página nos ocuparemos del tercio meridional de la provincia
de Zamora, que corresponde a la vertiente sur del Duero (comarcas
de Sayago, Tierra del Vino y la Guareña)
Se trata de un territorio, salvo en los limites portugueses, bastante
llano, con una agricultura centrada casi exclusivamente en el
cultivo del vino (denominación Vino de Toro). Fue desde siempre
una tierra poco poblada, razón por la cual, son bastante
escasos los monumentos románicos conservados en sus poblaciones.
Como hemos
indicado en otras páginas, los territorios rurales de León, Zamora
y Salamanca cuentan, en general, con menos densidad de románico
que las provincias castellanoleonesas del Este, como Palencia,
Burgos, Segovia y Soria.

Éste hecho
se confirma esta comarca de la Tierra del Vino, Guareña
y Sayago puesto que el inventario de templos románicos es poco
numeroso. No obstante, lo que ha quedado es interesante y muy
digno de visita. Nos centraremos en las iglesias de Olmo de la
Guareña, Fuentelcarnero, Fuentespreadas y, más al Oeste,
en la villa de Fermoselle.

Olmo
de la Guareña. Iglesia de San Andrés
La
pequeña población de Olmo de la Guareña se
asienta en una vaguada en el extremo suroeste de la provincia
de Zamora, en un ángulo lindante con las provincias de
Valladolid, Ávila y Salamanca.
Su iglesia
parroquial, bajo la advocación de San Andrés, remonta
sus orígenes a principios del siglo XIII, constando en
origen de una sola nave rematada en un ábside semicircular
de ladrillo, denominador común de la arquitectura medieval
de grandes extensiones de las actuales provincias de Zamora, Salamanca,
Valladolid y Ávila.

Como en la
mayoría de los casos, la nave fue reconstruída y
ampliada siglos después, respetándose tan sólo
la cabacera, recientemente restaurada. Consta
ésta del habitual tramo recto presbiterial que remata en
un ábside semicircular elevado sobre un zócalo de
sillería a modo de basamento.
El anteábside
presenta al exterior un sólo piso de tres arcos simples
que recorren verticalmente todo el muro, mientras que el segmento
absidal propiamente dicho,
muestra dos niveles de arquerías dobladas de ladrillo;
siendo la del registro inferior, de menor tamaño que la
del superior. A modo de cornisa fueron dispuestos los característicos
frisos de ladrillos en esquinilla y sardinel.

Al interior,
el presbiterio se compone de un cortísimo tramo recto techado
con bóveda de cañón apuntado que precede
al semicírculo absidal, el cual, queda cubierto con bóveda
de horno y se articula en dos cuerpos: uno bajo recorrido por
arquillos ciegos y uno superior abierto en vanos de medio punto.
Presidiendo la composición, sobre la bóveda, fueron
representadas en siglos posteriores pinturas murales hoy bastante
perdidas
Fuentespreadas.
Iglesia de San Cristóbal
La Iglesia
de San Cristóbal de Fuentespreadas, erigida sobre un solar
en pendiente rematado en un espolón rocoso que motiva una
deficiente cimentación; es un reformado edificio de origen
románico que conserva, canónicamente orientado,
el ábside semicircular en el que remataría su única
nave, reedificada en una segunda campaña en época
gótica.

Dicho ábside,
sobreelevado probablemente durante la reforma que afectó
a la nave, presenta en la actualidad, fruto de su casi nula cimentación,
una inquietante grieta. Conserva, además de una cornisa
de canecillos hoy obsoleta, una interesante ventana abierta mediante
un arco dovelado de medio punto que reposa en cimacios lisos y
dos columnillas coronadas por sendos capiteles vegetales con frutos
pendentes.
Fuentelcarnero.
Iglesia de San Esteban
El templo
de San Esteban de Fueltelcarnero es el principal aliciente de
nuestra ruta por la la Tierra del Vino zamorana. Se encuentra
el pueblo muy cerca de la Vía de la Plata y del que fuera
importante monasterio cisterciense de Valparaíso, en Peleas
de Arriba, lamentablemente desaparecido por completo en el siglo
XIX.
Tampoco se
libró la iglesia de Fuentelcarnero de las desgracias, puesto
que sufrió importantes derrumbes a comienzos del siglo
XX, privandole de una monumentalidad que ha podido ser conocida
a través de distintos testimonios.

Se trataba
de un edificio originalmente del siglo XIII, de tres naves separdas
por seis arcos formeros y cabecera de testero plano. También
disponía de una torre a los pies de la nave central, un
modelo planimétrico repetido en varias de las renombradas
iglesias de la capital zamorana.
Aunque en
algunos sitios se menciona que el tramo románico es muy
primitivo, lo cierto es que estamos ante un momento muy avanzado
del tardorrománico, como a continuación analizaremos.
En la actualidad y fruto de los citados avatares que ha padecido,
la estructura del templo se presenta algo desconcertante: las
tres naves fueron reducidas a dos, mientras que su sensacional
portada, quedó descentrada en el el último tramo
del costado norte al ser acortadas las naves hacia los pies.

Al interior,
tanto el marcado apuntamiento de los arcos como los repertorios
ornamentales, nos remiten ya a fórmulas goticistas. Se
elevan aquellos sobre pilares cuadrangulares a los que adosan
semicolumnas rematadas en capiteles de finísima labra en
los cuales, fueron desplegados principalmente fórmulas
decorativas vegetales en convivencia con mascarones y diversos
animales monstruosos. De entre todos ellos, llama la atención
un capitel en el que, entre hojarasca, asoma una curiosa figura
portando un libro.

La puerta
del lado norte cuenta con tres arquivoltas planas completamente
talladas sus superficies con róleos, entrelazos, flores
inscritas en círculos, etc. Parece obra mas de orfebres
que de canteros.

Cabe
destacar también el rosetón tetralobulado con cenefa
con chambrana de puntas de diamante en el hastial occidental y
un ventanal en la cabecera. Uno de sus capiteles es de lo más
expresivo, mostrando a un hombre que es malaconsejado por dos
dragones que le susurran en sus oídos.
La iglesia
de San Esteban de Fuentelcarnero también alberga la Virgen
del Villar, una imagen vestidera con restos de una talla del siglo
XII.
Otros
vestigios
Restos medievales
de menor relevancia se conservan en varias localidades del entorno:
en Venialbo, además de una pila bautismal de traza románica,
ha pervivido una portada apuntada de tres arquivoltas lisas hoy
cegada. En Vadillo de la Guareña, la torre presenta signos
de un origen románico. La iglesia de Nuestra Señora
de la Asunción de la localidad de Peleas de Abajo conserva
una cornisa de canecillos en su cabecera meridional; mientras
que en la cercana Santa Clara de Avedillo, llama la atención
una curiosa portada de tres arquivoltas doveladas animadas con
dientes de sierra.
Fermoselle
Fermoselle
es una bonita villa situada en el extremo suroccidental de la
provincia de Zamora, muy cerca de la confluencia de los ríos
Duero y Tormes y de la raya fronteriza portuguesa. Se la considera
la capital de la espectacular comarca de los Arribes del Duero
y, pese a su desarrollo renovador durante la Edad Moderna, ha
sabido conservar varios testimonios que atestiguan la relevancia
con que contaría la villa sobre todo a partir del siglo
XIII. Todo ello, la ha hecho ser merecedora de la declaración
de Conjunto Histórico Artístico.

La iglesia
parroquial de la Asunción, situada en el centro del casco
urbano, es un edificio cuyos orígenes se remontarían
a principios del siglo XIII, pero que, durante los siglos XVI
y XVIII, fue sometida a una serie de reformas y ampliaciones que
acabaron por camuflar su primitiva fábrica original, de
la cual, han subsistido dos interesantes portadas.
La occidental
abre en cuatro arquivoltas apuntadas que descansan sobre columnas
acodilladas rematadas en sencillos capiteles vegetales. En ella,
llama la atención la decoración a base de rosetas
y originales fórmulas florales que animan las roscas.
De similar
factura es la portada meridional, cobijada por un pórtico
posterior cubierto con bóvedas de crucería.
Consta también
de cuatro arquivoltas apuntadas y decoradas con cabecitas, puntas
de diamante diamante y motivos florales que apean sobre erosionados
capiteles de remate avolutado.
En el muro
norte y en la actualidad cegada, se adivinan los restos de una
tercera portada contemporánea a las anteriores pero mucho
más sencilla.
No debe pasar desapercibido al visitante el color, la textura,
y la solidez del granito con que está construido este imponente
edificio.
Conserva Fermoselle otro edificio en el que pueden adivinarse
vestigios de cronología altomedieval: se trata de la antigua
parroquia de San Juan Bautista, convertida posteriormente en convento
franciscano y en la que una reciente rehabilitación, ha
permitido descubrir una sencilla portada al sur y una cornisa
de canecillos en la cabecera.
Tierra
de Sayago
No lejos de
Fermoselle y al norte del enorme Embalse de Almendra, se extiende
la llanura de Sayago; donde pese a no tratarse de obras de primer
orden, han subsistido humildes testimonios románicos de
carácter rural en localidades como Fariza, Villamor de
Ladre, Villar de Buey, Carbellino, Alfaraz, Torrefrades, Mogátar,
Sobradillo de Palomares, Moraleja de Sayago, Malillos, Villamor
de Codozos o Roelos de Sayago.