Estas y otras razones
propiciaron la erección de iglesias de parroquias y monasterios.
Lo que queda debe ser una minúscula parte de lo que existió
y se construyo entre los siglos IX y XI ya que la mayoría
de esas construcciones serían reemplazadas por nuevos edificios
románicos, góticos y renacentistas, según
la moda de cada época.
Para Félix Palomero,
esta tradición de buenos canteros castellanos permitió
la asimilación rápida del románico foráneo
de la segunda mitad del siglo XI y es más que probable
que edificaciones tan ambiciosas como la iglesia de Silos, San
Pedro de Arlanza o San Quirce fuera acometida por estos canteros
autóctonos ya que las características de su escultura
(la llamada "Escuela de la Sierra") difiere mucho de
las escuelas escultóricas que se imponen en las iglesias
del Camino de Santiago, como Frómista y Jaca.
La mayoría de estos
monasterios castellanos se fraguaron en época condal (siglo
X) a partir de concentración de eremitas que debieron habitar
lugares apartados como las cuevas que se distribyen a lo largo
de los cañones de diversos ríos del centro-oeste
burgalés, como el río Arlanza. Con el tiempo esos
cenobios, modestos desde el punto de vista arquitectónico,
irían erigiendo nuevas fábricas más ambiciosas,
especialmente a finales del siglo XI y comienzos del XII en el
estilo que conocemos como Románico Pleno.
Los
grandes monasterios y su influencia en el románico de sus
comarcas
Hay que
tener en cuenta que los grandes monasterios fueron quienes crearon
escuelas románicas. Sus grandes fábricas, realizadas
por geniales artistas, sirvieron de modelo a otras más
modestas.
Las características
constructivas y escultóricas de estos talleres fueron modelo
a seguir por maestros canteros y modestos artistas locales.
En esta
sección nos centraremos en dos magníficas obras.
Nos referimos al Monasterio de San Pedro de Arlanza, arruinado,
pero que conserva importantes vestigios de lo que fue uno de los
edificios más ambiciosos del románico español
del siglo XI.
Y por
otro lado, trataremos del Monasterio de San Quirce. Éste
está mejor conservado (aunque ciertas partes del exterior,
incluyendo portadas y escultura monumental, piden a gritos una
urgente restauración)
Monasterio
de San Pedro de Arlanza
El monasterio de San Pedro de Arlanza está
considerado como "Cuna de Castilla" y uno de los cenobios más
impresionantes que tuvo la España condal.
Al valor
artístico e histórico del cenobio hay que añadir
su soberbio emplazamiento en los rocosos y majestuosos cañones
excavados en la roca por el río Arlanza, a muy escasa distancia
de otro emblemático monasterio, el de Santo Domingo de
Silos y de la villa medieval de Covarrubias.
De sus
nostálgicas y monumentales ruinas, que abarcan desde época
románica al diglo XVII- quedan dependencias monacales:
sala capitular, dos claustros y arcos que se niegan a desaparecer
y, sobre todo, los restos de la monumental iglesia románica,
su planta y los gigantescos pilares que sostuvieron sus bóvedas,
los ábsides semicirculares, la torre, arcos torales y ventanales.
De época
románica, que es lo que nos ocupa en esta página,
lo mejor conservado de la iglesia abacial son los tres ábsides
semicirculares, esbeltos y de amplios presbiterios (el del sur
perdido). Los arcos triunfales se proyectan sobre columnas geminadas
hasta la primera imposta ajedrezada que recorre toda la cabecera,
para después continuar con capiteles labrados a la altura
de la segunda imposta.
Los capiteles
conservados son geométricos vegetales y algunos figurados,
especialmente a base de animales como aves y leones.
Por su
parte, la torre-campanario es una notable construcción,
dividida en dos cuerpos: el bajo, abovedado con crucería
sobre columnas románicas y el superior o de campanas de
época bajomedieval. Desde este último tramo se divisan
espectaculares vistasl del monasterio, así como de la antigua
ermita prerrománica de San Pedro el Viejo o San Pelayo,
así como del soto del río Arlanza.
Además
de la torre -de finales del siglo XII o comienzos del XIII- varios
restos románicos se encuentran repartidos por el complejo
monástico, especialmente por el claustro y la sala capitular.
Pero
fueron muchos más los que han sido trasladados a distintos
museos nacionales y extranjeros, entre los que citaremos las pinturas
murales románicas de la sala capitular -expuestos en el
MNAC y Los Claustros del Museo Metropolitano de Nueva York- y
la soberbiamente decorada portada occidental, llevada al Museo
Arqueológico Nacional de Madrid.
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información del Monasterio
de San Pedro de Arlanza
Monasterio
de San Quirce
El monasterio
de San Quirce, en el corazón de Burgos, data del siglo
X. A finales del XI se decidió reconstruir la vieja iglesia
prerrománica y se levantó el original ábside
con óculos y cubierta de losas de piedra.
Ya en
el siglo XII se continuaron y replantearon las obras, para lo
cual se levantó una alta cúpula sobre pechinas,
sobre la que se yergue una masiva torre.
Las dos
portadas (occidental y septentrional) son muy interesantes por
su colección de esculturas repartidas en canecillos, metopas
y frisos.
También
son muy interesantes los capiteles interiores de buena calidad
y fuerte valor simbólico y catequético.
En esta
comarca, además de estos grandes monasterios, hallamos
pueblos con encantadoras iglesias parroquiales de verdadero valor
artístico.
Citaremos
las de Castrillo Solarana (en la imagen) cuyo ábside
tiene doble arquería mural con arquivoltas polilobuladas,
Revilla-Cabriada con elegante puerta o la ermita de Santa
Cecilia de Santibáñez del Val, de origen prerrománico.
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información del Arte
Románico de la Comarca del Arlanza