Esta epigrafía
es de notable importancia pues describe aspectos históricos
y artísticos al mismo tiempo. Ya discutiremos al final
la identidad del tal maestro Juan de Piasca.
Otra de
las particularidades de este ventanal es que el hueco de la saetera
está, a su vez, dividido por la mitad mediante un mainel
rematado en un capitel con cabeza de león que simula engullir
el fuste (lo que conocemos como "gloutón").
Si trascendente
es este ventanal por la información que nos da, no desmerece
el aspecto que tiene en el interior del pórtico. Aquí,
el mainel ha sido reemplazado por un pinjante que sirve de unión
a dos arcos gemelos de intradós angrelado.
Las enjutas
de esta estructura nos ofrecen el episodio veterotestamentario
del Pecado Original: en el centro aparece el Árbol Sagrado
con la serpiente. A la derecha se encuentra Eva, desnuda y con
el pelo largo en actitud de tomar el fruto prohibido. En el costado
opuesto tenemos a Adán con el característico gesto
de agarrarse con una de las manos la garganta.
A pesar
de lo exuberante y "barroco" de la composición,
nos encontramos ante una relieve que parece haber sido esculpido
por una mano menos hábil que el resto del pórtico.
Los capiteles de la galería
Los grandes
capiteles de la galería porticada de la iglesia de Rebolledo
de la Torre muestran una exuberante temática vegetal al
mismo tiempo que bestias, escenas bíblicas y combates.
Dentro del bestiario real y fantástico hay
que citar los más habituales en el románico: leones,
grifos, arpías (en esta caso con rostro masculino barbado).
No faltan
los de significado moral como los combates -tan queridos por la
iconografía medieval- tales como: combates entre seres
humanos o con bestias. También se ven representados algunos
pecados como la avaricia y la usura, con el respectivo castigo.
En lo
relativo a iconografía religiosa destacan Sansón
desquijarando al león, y la Psicostasis o Pesaje de las
Almas.
Pasamos a descripir aquellos capiteles que nos han
parecido más relevantes por su plástica o su iconografía.
Capitel del avaro
En una de las caras aparece el demonio con llamas
de fuego sobre la cabeza (la primera impresión es que se
trata de la cabeza de ¡un gallo!) tentando a un avaro que
lleva colgada una enorme bolsa de monedas al cuello.
En la otra cara de este capitel se ve la muerte y
castigo del mismo personaje, del que sale su alma por la boca,
siendo recogida por un león y un demonio.
Capitel de la Psicostasis o Pesaje de las almas
Abigarrada y un tanto deteriorada es la representación
del Pesaje de las almas de otros de los capiteles del pórtico.
San Miguel, del que sólo se ve su bello rostro sereno y
una de las alas de ángel, se halla detrás de una
balanza romana que parece sujetar un personaje en postura invertida
de la parte superior.
Entre los platillos aparece un personaje desnudo
que se tratará, con toda probabilidad, del alma del difunto.
En el otro lado un gran demonio trata de desequilibrar
tramposamente el platillo de los pecados hacia sí para
ganarse el alma y llevarla a los infiernos.
Capitel del combate entre guerreros
Uno de los más conocidos capiteles de Rebolledo
de la Torre es el del combate entre caballeros. Como en tantos
sitios del románico español, lo que aquí
se expone es la lucha entre el cristiano (derecha, con escudo
piriforme o de gota invertida) y el musulmán (izquierda).
No sólo la rodela o escudo circular identifica al musulmán
en este tipo de luchas, sino es que es éste siempre el
vencido en el lance, lo que no deja lugar a la duda.
Capitel de Sansón desquijarando el león
Sansón es uno de los grandes héroes
del Antiguo Testamento, empleado iconográficamente como
prefiguración de Cristo, triunfador sobre una muerte que
parecía segura al enfrentarse a un león, para luego
revertir su destino y terminar venciéndolo.
En el capitel de la galería porticada aparece
en la forma habitual del románico: sentado sobre la grupa
del animal y abriendo sus fauces con ambas manos. La identidad
del personaje no deja lugar a la duda gracias a la larga caballera
que ondea al viento junto a la túnica.
Capitel del combate entre un infante y un dragón
En el ángulo de otro capitel se nos muestra
el combate entre un infante armado con escudo y espada contra
un enorme dragón que muerde dicho escudo. La indumentaria
del guerrero queda completada con la habitual cota de malla y
el almófar que cubre su cabeza.
El alero
Como cabría esperar, el alero de este pórtico
está repleto de buenos canecillos (algunos espectacularmente
bien conservados) así como de los capiteles que coronan
las columnas pareadas que sirven de refuerzo.
Así que no debemos pasar por alto observar
con detenimiento (mediante prismáticos o el teleobjetivo de una
cámara) esta excelsa colección de "fantasías"
románicas de gran calidad.
Este conjunto escultórico pertenecen al mismo
taller que el resto de la galería. Encontramos en los canecillos,
entre otras escenas, la de un músico tocando una arpa o
arpa-salterio; un ave atrapando una serpiente que intenta enredarse
en sus patas; una sirena ave que junta sus labios al pico de un
pájaro; varios leones, alguna que otra cabeza monstruosa,
etc.
Los dobles capiteles citados son aún más
interesantes. Uno de ellos muestra una cuidada escena -aunque
aquí la piedra ha sufrido una notable meteorización-
del Sacrificio de Isaac, donde Abraham se dispone a asestar el
tajo mortal a su hijo que yace arrodillado con la cabeza junto
a las rodillas de su padre, mientras un ángel detiene la
mano y presenta un carnero como sustitución de la víctima.
Otro de estos capiteles muestra cabezas de fieras
-posiblemente leones- de cuyas fauces salen tallos vegetales.
En otro vuelve a aparecer un gloutón, muy
semejante a los de las iglesias cántabras de Piasca y Santa
Cruz de Castañeda.
La autoría
Aunque
al maestro de Rebolledo de la Torre, conocido por la inscripción
del ventanal occidental como Juan de Piasca, se le atribuye
la magnífica escultura ornamental de la iglesia de este
pueblecito de Cantabria (el llamado Maestro Covaterio que la firma
en 1172), es más probable que se trata de uno de sus principales
discípulos.
Además
de en Piasca, el taller de Rebolledo de la Torre se ha relacionado
más o menos directamente con el foco de Aguilar de Campoo
y varias iglesias del norte de Palencia como Santa Eufemia de
Cozuelos, Vallespinoso de Aguilar y Becerril del Carpio, además
de alguna de Cantabria como Las Henestrosas de las Quintanillas.
Otras
iglesias cercanas: Albacastro y Castrecías
La visita
a Rebolledo de la Torre nos permitirá visitar también
otras dos iglesias cercanas de este rincón burgalés.
Nos referimos
a Albacastro, con una iglesia con portada abocinada en
el muro norte y cabecera plana con ventana bien articulada (VER
IMAGEN INFERIOR).
La segunda
iglesia es la de Castrecías, con puerta de apuntadas
arquivoltas y buenos capiteles tallados con imágenes bíblicas:
Pecado original, Huida a Egipto, Maternidad de María, etc.