Guía
del Románico en la Comarca del Arlanza
La comarca
del Arlanza es un territorio burgalés que se encuentra
entre el Alfoz de Burgos por el norte y La Ribera por el sur.
Su protagonista
es el río que da nombre a la comarca y que tiene resonancias
legendarias. Sin duda, el Arlanza es de los ríos con más
personalidad de la provincia de Burgos. Nace en la Sierra de la
Demanda, cerca de Quintanar de la Sierra y atraviesa horizontalmente
el corazón de provincia burgalesa hasta llegar a Palencia
donde desemboca en el Pisuerga.
En su camino
atraviesa lugares tan emblemáticos como Salas de los Infantes,
Covarrubias y Lerma.
Entre
los amantes del románico, esta comarca es célebre
por contar con dos de los monumentos más importantes de
todas la Comunidad de Castilla y León. Nos referimos a
los monasterios de San Pedro de Arlanza y Santo Domingo de Silos,
pero que por su gran importancia se les ha asignados páginas
específicas dentro de nuestro portal:
Más
información del Monasterio
de San Pedro de Arlanza
Más
información del Monasterio
de Silos
Son precisamente
estos dos monasterios tan célebres los más antiguos
de la comarca, estando catalogados como pertenecientes al románico
pleno y, por consiguiente, realizados entre las últimas
décadas del siglo XI y comienzos del XII.
Sin embargo,
todo el elenco de iglesias románicas rurales que tenemos
en los alrededores pertenecen a un momento muy distinto. En la
mayoría de los casos, se trata de pequeñas iglesias
concejiles tardorrománicas de finales del siglo XII o comienzos
del XIII.
La mayoría
de estas iglesias fueron reformadas en los siglos XV y XVI, quedando
sólo partes románicas, como cabeceras, torres, puertas,
canecillos, etc.
El carácter
tardío se percibe en el apuntamiento de las arquivoltas
de algunas de estas portadas y troneras de los campanarios. También
lo denota el uso de puntas de diamante como elemento decorativo.
En
el caso contrario, tenemos algún caso en que las partes
tardorrománicas se añadieron a una iglesia muy antigua,
prerrománica, anterior incluso al románico. Tal
es el caso de la galería porticada y puerta románicas
montadas sobre el edificio mozárabe de la Ermita de Santa
Cecilia en Santibáñez del Val.
En cuanto
a la escultura, en general, no podemos decir que sea de las de
más calidad de la provincia de Burgos. Más bien
se trata de obras realizadas por artistas de segundo nivel que
se centran especialmente en la talla de animales del bestiario
real y fantástico, como leones, aves, arpías y dragones,
aunque con un estilo muy alejado de los aires silenses que predominan
en otras comarcas vecinas.
Bien es
cierto que parte de la responsabilidad del aspecto desmañado
que ofrece la mayor parte de la escultura del románico
rural en esta comarca es del estado de erosión y deterioro
que sufren.
Ciertamente,
hay capiteles con escenas complejas esculpidas que no podemos
interpretar por su defectuoso estado.
Así,
pues, en la Comarca del Arlanza visitaremos las iglesias de Ruyales
del Agua, Madrigal del Monte, Madrigalejo del Monte, Revilla Cabriada,
Castrillo Solarana, Santibáñez del Val, Espinosa
de Cervera y algunos restos de las iglesias y palacios de Covarrubias
y Salas de los Infantes.
Espinosa
de Cervera
Muy cerca del Monasterio
de Silos y de las estribaciones de la Sierra de la Demanda está
el pueblo de Espinosa de Cervera, con su iglesia parroquial tardorrománica
de finales del siglo XII o comienzos del XIII.
Desde lejos, nos atrae
la estampa del templo gracias a su esbelto campanario, con troneras
en su cuerpo superior articulado mediante vano bíforo rodeado
por arco envolvente apuntado.
El cuerpo de la nave
padeció reconstrucciones pero se ha conservado impecablemente
el ábside con cuatro columnas que llegan hasta el alero
y un ventanal en el paño central.
Los canecillos son muy
elocuentes, mostrando personajes de la época como monjes
y soldados, además de la consabida presencia de animales
del bestiario.
En el interior, los capiteles
del arco triunfal tienen esculpidos leones agachados con su cabezas
orientadas al suelo y centauros sagitarios apuntado sus flechas.
Santibáñez del Val. Ermita de Santa Cecilia de Barriosuso
El territorio del Arlanza,
especialmente en su sector oriental, protegido por las estribaciones
de la Sierra de La Demanda fue repoblado desde el siglo X en época
condal castellana. Sabemos de numerosos templos prerrománicos
de aquella época.
Uno de ellos es la joya
de Santa Cecilia en Santibáñez del Val. Lo que es
hoy una sencilla ermita sobre la ladera del pueblo fue nada menos
que un monasterio altomedieval del siglo X.
A esta pequeña
pero interesantísima construcción se le añadió
en el siglo XII una sencilla portadita románica de dos
arquivoltas baquetonadas sin columnas y una galería porticada.
Más
información del Ermita
de Santa Cecilia de Barriosuso
Ruyales
del Agua
Ruyales
del Agua es una población situada a tan solo 4 kilómetros
al oeste de Lerma. Su iglesia, dedicada a San Miguel, se encuentra
en lo alto de la pequeña colina bajo la que se hallan las
viviendas. Es una construcción tardía y rural, cuya
fábrica es de sillarejo, menos la puerta que es de sillería.
Originalmente tenía una planta de una nave con cabecera
rematada en ábside semicircular, aunque sufrió importantes
modificaciones en su costado norte.
El
ábside tiene columnas entregas y un pequeño ventanal
rodeado por un guardapolvos agudo de puntas de diamante.
Lo más
hermoso es su puerta del muro meridional. Tiene tres arquivoltas
completamente lisas y de aristas vivas de perfil ojival. Las columnas
tienen capiteles desgastados pero donde se identifican fácilmente
los motivos esculpidos que son, de izquierda a derecha: arpías,
San Miguel y el dragón, leones, cabezas humanas y hojas
vegetales.
Madrigalejo
del Monte
Madrigalejo
del Monte es una pequeña y tranquila población,
a pesar de encontrarse a unos cientos de metros de la autovía
A-1. Su iglesia parroquial fue casi completamente reconstruida,
quedándonos una pequeña puerta en el muro meridional,
muy bien compuesta arquitectónicamente aunque sumaria en
lo escultórico. Está construida en un cuerpo resaltado
o arimez. El vano de ingreso es apuntado y está rodeado
por tres arquivoltas con baquetón más una chambrana
de puntas de diamante.
Los seis capiteles
apenas están trabajados. Tres de ellos sólo llevan
pomas. Dos muestran motivos vegetales: hojas esquemáticas
y flores de lis. El único que es figurado es el central
del lado izquierdo que lleva una pareja de arpías muy desgastadas.
Madrigal
del Monte
A poca distancia
de Madrigalejo está Madrigal del Monte. Como en el caso
anterior, la iglesia románica fue reconstruida quedando
la puerta de entrada del muro meridional. También en el
nuevo edificio se aprovecharon los canecillos románicos.
Sin duda,
la citada puerta es de lo mejor del románico de la Comarca
del Arlanza. Dispone de seis arquivoltas ligeramente apuntadas,
una de las cuales lleva estatuas de figuración humana que
podrían representar a los veinticuatro ancianos del Apocalipsis.
Los capiteles
de las columnas están muy castigados por el paso de los
siglos. Llevan cestas vegetales de distinto tipo, algunas escenas
historiadas de confusa interpretación y las consabidas
representaciones de animales fantásticos. Queda claro que
la mayoría de los escultores del románico rural
se encontraban más cómodos y acertados esculpiendo
este tipo de animales que cuando se ocupaban de representaciones
humanas.
Los canecillos
tienen diversos motivos geométricos, cabezas humanas, un
músico con rabel, una escena de lucha, etc.
Revilla
Cabriada
El pueblecito de Revilla
Cabriada, muy cerca de Lerma, tiene en su iglesia una bonita portada
de arquivoltas de medio punto que tiene la particularidad de tener
dos estatuas columna que nos recuerdan lejanamente la famosa iglesia
zamorana de Puebla de Sanabria.
Concretamente,
las dos columnas así talladas son las interiores.
Se ha especulado con la
posibilidad de que se traten de San Gabriel y la Virgen en la
escena de la Anunciación.
En los capiteles
tenemos los habituales motivos del románico rural burgalés,
cuyos protagonistas suelen ser animales del bestiario fantástico
como arpías, dragones y otras bestias simbólicas.
Sin embargo, en esta iglesia aparecen también escenas complejas
menos habituales, como leones apresando a su presa, combates y
otros relatos difíciles de interpretar iconográficamente.
Más
arriba, en el alero, no hay que perderse la buena colección
de canecillos muy simpáticos y expresivos, que muestra
a personajes populares en distintos oficios y actitudes, además
de algunas cabezas monstruosas.
Castrillo
Solarana
Muy cerca de Revilla
Cabriada está Castrillo Solarana cuya iglesia es famosa
por poseer uno de los ábsides más decorados y atípicos
del románico burgalés.
De entrada,
el tamaño del mismo destaca por su gran porte, aspecto
que queda acentuado por la perfecta sillería gris rojiza
en que se construyó. La parte superior es lisa, pero la
inferior se divide en dos fajas. La más baja lleva arquillos
murales sobre pilastras acanaladas alternando con otras zigzagueantes
en resalte. La banda superior es más clásica, con
arcos trebolados sobre columnas. Este tambor es reforzado por
contrafuertes que no desentonan con la decoración descrita.
El empleo
de estos arcos trilobulados, propios de ciertas portadas góticas
primitivas nos lleva a pensar en una datación tardía
de esta iglesia.
No hay que
olvidar la puerta del muro meridional, con arquivoltas ornadas
con motivos vegetales y capiteles zoomorfos y vegetales.